PROPUESTA PRESENTADA AL CONCURSO DE “REDACCIÓN DEL PROYECTO
DE URBANIZACIÓN DEL AREA DE INTERVENCIÓN
G-33-2 ANTIGUOS DEPÓSITOS DE PIGNATELLI”. AYUNTAMIENTO DE
ZARAGOZA
Planteamiento
general. La ampliación del parque de Pignatelli mediante
la urbanización de los terrenos de los antiguos depósitos conjuntamente con la
conexión de la calle Santiago Guallar y la calle Maestro Estremiana y su
completa reurbanización son un proyecto urbano estratégico que permitirá dotar
de un polo cultural y de ocio para los barrios del entorno, especialmente la
parte oeste de San José, la parte norte de Torrero y la zona del paseo de
Ruiseñores y el sector alto de Sagasta. La propuesta que se presenta desarrolla
los criterios expuestos en la Modificación del Plan General y atiende a las
sugerencias recogidas en el proceso de participación pública llevado a cabo. La
ordenación de las tres piezas principales de la ampliación son: la Plaza 1876, un sistema de terrazas ajardinadas,
y recintos recoletos, con jardines-lucernarios de grandes árboles que integran
y aportan luz y ventilación al aparcamiento subterráneo que se dispone bajo
este espacio; el Lago central, un
espacio de agua que organiza todo el conjunto, con orillas ajardinadas en su
perímetro y pantalanes y muelles que permiten la navegación de ocio en el
mismo; el Anfiteatro verde, definido
por suaves laderas que son en sí mismas un espacio estancial, orientado hacia
el paseo de los pinos, un recorrido elevado que se convierte ahora en elemento
articulador del conjunto del parque.
Estas tres piezas se disponen atendiendo
a una consideración integral de los requerimientos planteados: una ordenación
de las circulaciones rodadas y del aparcamiento subterráneo vinculado al nuevo
escenario de movilidad en torno a la
manzana que conforma en realidad el propio parque; un sistema
paisajístico que toma el ciclo hidráulico como argumento de proyecto, con
reutilización completa del agua de lluvia en el sistema del parque; una
consideración de la ampliación como la oportunidad para hacer un gran parque,
con recorridos circulares ambiciosos, y con paseos a distintas alturas, en el
que las tres conexiones que se plantean resultan necesarias para conseguir que
todos los itinerarios desempeñen un rol activo. La propuesta es respetuosa con
la memoria del lugar y, de manera especial, con la ‘memoria del agua’. Esta
ampliación del parque actual abre una esperanzadora página en la evolución de
los paisajes del agua en Zaragoza hacia entornos que visibilizan los ciclos
naturales del agua en la ciudad y la relevancia de la ingeniería hidráulica en
la construcción de los lugares más habitables y mejor diseñados de nuestra
ciudad.
El proyecto de intervención paisajística
sobre el espacio de los antiguos depósitos y sobre el propio Parque Pignatelli,
se contempla bajo los siguientes criterios generales de actuación:
Reordenación
en el Parque Pignatelli. La propuesta de vegetación debe resolver, por un
lado, los daños generados sobre el arbolado por los dos últimos temporales
sufridos durante este verano pasado y, por otro, debe favorecer la reordenación
de usos en las zonas de futuro anclaje entre este histórico espacio verde y la
nueva ampliación de la zona superior. Consideramos importante abordar la
reordenación de la avenida Wilson, proponiendo un sistema arbóreo que refuerce
a doble alineación de pinos existente (bastante alterada por talas sucesivas) y
que se prolongue de forma clara y abierta hasta la calle Maestro Estremiana. Es
importante también reordenar el espacio del actual quiosko Pinatelli (bar y
zona de juegos infantiles) para permitir esta continuidad y reforzar el eje del
futuro bulevar manteniendo los usos actuales. De igual manera, sería
interesante repensar el entorno de la placeta donde se ubica la fuente y la
estatua de Ramón Pignatelli, para permitir una mejor articulación con la nueva
conexión propuesta a través de la Casa del Guarda.
Mantenimiento
vegetal. El
nuevo espacio verde de los depósitos debe configurar teniendo en cuenta el
criterio de salvaguardia de la mayor parte de la vegetación arbórea existente,
como medio para poder conformar un sistema verde que no parta de cero y pueda
verse reforzado por al arbolado adulto ya presente.
Se describen, a continuación, las
estrategias de intervención paisajística sobre los diferentes espacios que
conformarán la nueva zona verde proyectada en los antiguos depósitos:
Anfiteatro
Verde:
esta zona estará conformada por una pradera inclinada que permita su uso como
zona de esparcimiento y contemplación de las actuaciones a desarrollar en el
nuevo escenario previsto. Para poder soportar la presión de uso, sobre todo en
las franjas que se perfilan a modo de graderío, dicha pradera se implantará
sobre una estructura de celdas Atlantis (o similar) eligiendo una especie de
césped de bajo mantenimiento y fuerte regeneración (Bermuda). Acompañando a la misma, se crearán unos bosquetes
dispersos capaces de generar sombras sobre determinadas áreas de la cubierta
cespitosa (Olmo, Litonero…).
Asimismo, la parte baja de estos bosquetes se verá reforzada por una plantación
arbustiva que dará volumen y reforzará la biodiversidad en este espacio (Abelia, Hebe, Poligala…). Los paramentos
verticales que conformarán el anfiteatro (frontal y lateral) tendrán, de forma
parcial, un tratamiento de muro verde (Falso
jazmín, Hiedra, Madreselva…).
Lago
Pignatelli:
el tratamiento vegetal del algo se caracteriza por dos tipos de plantaciones.
Por un lado, los jardines de orilla, que contemplan un jardín seco (Abelia, Pitosporo enano, Cornejo, Hebe…)
y otro húmedo (Junco, Ciperus, Salicaria,
Lirio…), relacionados visualmente para conformar un entorno más agradable
junto a los caminos que circundan la lámina de agua. Estos jardines amortiguan
el riesgo de caída al agua por lo que actúan de elementos de seguridad frente a
un posible ahogamiento. De igual manera, la parte del jardín húmedo actúa como
filtro fitodepurador del agua de recirculación del lago. Finalmente, en la
parte interior de la lámina de agua aparece un hito en forma de isla, que se
refuerza con un elemento vegetal de gran porte (Bambú), sirviendo de punto focal en este entorno tan plano.
Plaza
“1876”:
este espacio reúne un conjunto de actividades que deben combinarse con una
estrategia vegetal compatible con la existencia del aparcamiento subterráneo.
Para ellos se propone trabajar en varios niveles: un primero de superficies a
base de especies cespitosas que precisan poca capa de tierra. Un segundo conformado con arbustos ubicados
en jardineras de 40-50cm de altura (Abelia,
Pitosporo, Callistemon, Hebe, Cornejo, Laurel, Pistacia, Celinda, Durillo,
Poligala, Rosa, Olivilla…). Y un tercero con arbolado plantado en la parte
inferior del aparcamiento y que surgirán en superficie mediante un conjunto de
aperturas que, además de la surgencia vegetal, permitirá la entrada de aire y
luz natural en los niveles subterráneos del aparcamiento (Ginkgos, Liquidambar…).
Bulevares: los dos grandes
paseos longitudinales del nuevo parque, situados al norte y al sur de los
antiguos depósitos, estarán conformados por una abundante estructura arbolada
de carácter caduco donde se entremezclarán especies de gran porte como
esqueleto de la trama verde del bulevar (Plátano,
Olmo, Litonero..), con otros de medio porte que se ubicarán junto a
pequeñas zonas de descanso emplazadas a lo largo del paseo, permitiendo dotar
de una escala más humana espacios estanciales (Koelreuteria, Árbol del amor, Morera…). Si bien se trabajará con plantaciones en
ambas márgenes del bulevar, se priorizará el lado sur como frente más efectivo
para producir sombra.
Espiral
de la Experiencia:
en el rincón noroeste de la parcela, se sitúa este enclave pensado para la
actividad física de las personas mayores.
La zona alberga actualmente un bosquete de Pinos carrascos que se verá
complementado por nuevos ejemplares de árboles caducos de menor porte (Broussonetia, Arce campestre, Cerezo
ornamental...), componiendo un espacio agradable para dinamizar esta zona
algo apartada del núcleo central del parque.
Futuros
Equipamientos:
la reserva de superficies para equipamientos conlleva periodos de desarrollo
que en ocasiones se alargan durante décadas. Por ello se propone una ocupación
temporal de estos terrenos que permita dar una imagen acabada del parque sin
que los equipamientos previstos se hayan ejecutado. Esta estrategia permite
tener una visión más agradable y evita la aparición de elementos
distorsionantes en el conjunto del espacio verde (maleza, basura, usos
indeseados…), más aún dada la dimensión y el papel de centralidad que juegan
estos módulos en el parque. De esta manera, en la franja sur (equipamientos
culturales y sociales), se plantea la creación de huertos vecinales acompañados
de una plantación perimetral de Almendros,
algunos de los cuales podrán permanecer en las parcelas edificadas, mientras
que aquellos afectados por la construcción del edificio, se podrán trasplantar
a otros espacios. Por su parte, en la franja norte (equipamientos deportivos)
se prevé otro lote de huertos vecinales que tendrán como telón de fondo un
pequeño vivero de árboles ornamentales, conjugando su función de cierre visual
y estético, con la producción de arbolado para reposición de zonas del Parque
Pignatelli.
Movilidad.
La
intervención es diseñada con la firme voluntad de establecer una intensa
conexión peatonal y ciclable entre, por un lado, el conjunto del Parque
Pignatelli y el resto de la ciudad y, por otro lado, el antiguo Parque
Pignatelli con su ampliación. Para ello, se plantean diversos mecanismos para
propiciar la continuidad entre los espacios y la circulación fluida, permeable
y flexible.
Reforma
de la calle Santiago Guallar. La reforma de la calle Santiago Guallar es
clave en toda la operación planteada. Esta calle dispone de varios tramos, con
distintos tramos, si bien en dos puntos posee tan solo 12 metros de anchura. Se
propone una calle que canalizará el tráfico proveniente de la calle Maestro
Estremiana y lo conducirá hacia el paseo de Ruiseñores. Se propone una calle de
explanada única (sin diferenciar aceras y calzada), con un calzada central de
cuatro metros de anchura para circulación cómoda de vehículos. Junto a esta
calzada central, en su lado oeste, se dispondrá una banda adoquinada de 3
metros de anchura, que albergará espacios de aparcamiento, espacios verdes (ya
sea jardineras o alcorques amplios con arbolado) y los espacios para las rampas
de entrada o salida al aparcamiento subterráneo que se dispone en el interior
del parque. Y, a ambos lados de estas dos bandas, dos aceras, de 2,5 metros de
anchura cada una ellas como dimensión mínima, dado que se amplía en algunos
tramos debido a la irregularidad de la anchura total existente en varios
puntos.
Conexión parque actual-ampliación. La
cuestión clave es la integración entre el parque actual y la “ampliación”. El
parque actual y la “ampliación” tienen un punto de contacto, la confluencia
entre la avenida de Wilson y el nuevo bulevar que se proyecta y que comunica
con la calle Santiago Guallar. Este punto es clave, y debe ser potenciado como
enclave ‘rótula’, con función articuladora entre los dos espacios. Pero no es
suficiente. Estimamos que deben existir más puntos de conexión, y que la
ampliación debe considerarse desde el primer momento como la oportunidad de
dotar al parque de la escala que necesita, posibilitando la creación de unos
itinerarios y circuitos necesarios en un parque central. En este sentido, se
proponen dos nuevas conexiones entre el parque actual y la ampliación:
- Un nuevo acceso, a la altura de la Casa del Guarda, que pasa por debajo del nivel del paseo de los pinos. Este acceso, que conecta con el andador norte o ‘andador de la Casa del Guarda’ es importante para conseguir dar vida a todo el perímetro del nuevo Lago, ya que si no se dota de una conexión clara y funcional, este espacio, peor conectado con la calle Santiago Guallar y con el parque actual, quedará como espacio residual. Por ello, proponemos una conexión de este bulevar paralelo al primero con el parque actual. La posición del Anfiteatro verde orientado hacia el muro del actual depósito y hacia el paseo de los pinos permitirá que la suave rampa sea a la vez el acceso hacia el nivel del lago desde la avenida de Wilson. La mota con pinos que contenía el depósito abierto es ahora el muro escénico del Anfiteatro, y se perfora en este eje para dar forma a la puerta a la zona de los antiguos depósitos.
- Un segundo acceso, al final del paseo de los pinos, que contará con unas rampas para salvar el desnivel existente, y que posibilitará asimismo la conexión con el Colegio de Nuestra Señora de la Merced.
El
equipo de trabajo ha estado integrado por CEROUNO ARQUITECTOS S.C.P. (Pablo de
la Cal, José Antonio Alfaro, Gabriel Oliván y Carlos Labarta), junto con DANA
ARQUITECTOS S.L.P. (Álvaro Bermudo, Ainhoa Iglesias e Ignacio Calvo), FLUIDRA ENGINEERING, Carlos Ávila,
Biólogo-paisajista , y Javier Monclús, Dr. Arquitecto-urbanista.